SESIÓN DE HERMANOS. IKER Y MARTINA

Hacer una sesión de hermanos es la mejor forma de poder tener unas buenas fotos profesionales, esas que al final terminas enmarcando y poniendo en el salón de tu casa.

Si eres padres, te habrás dado cuenta que nunca es suficiente con las fotos que tienes de tus hijos, pero también sabrás que muchas veces es difícil que salgan bien, que posen o si tienes varios hijos que se pongan juntos para hacer ese tipo de fotos.

En el caso de Iker y Martina, tenemos que reconocer que la cosa fue fácil, ya que Iker se prestó desde el primer momentos a posar y sonreír. Y que decir de Martina que se sentía como pez en el agua. Así que la combinación fue muy buena.

También es verdad que no es la primera vez que hacemos fotos con Iker, ya que pudimos disfrutar de una divertida sesión comunión con él y sus amigos.

Preparar una sesión de hermanos.

Lo primero de todo es que los peques sepan que van a ir a hacerse unas fotos. Ya sea en estudio o en exterior. Y de esa forma se van a sentir muy protagonistas. En este caso lo hicimos en estudio, donde siempre nos gusta trabajar, estudio La Ribera.

A nosotros las sesiones de hermanos nos gusta comenzarlas primero de forma individual, para que los peques pierdan los nervios y se sientan importantes. Y luego cuando ya están cómodos y nos conocen. Empezamos con fotos justos.

Es importante que se rían y que lo vean como un juego. Ya que al final son niños y los niños se cansan. Por ello hay que aprovechar la primera parte de la sesión, ya que el tiempo lo van a marcar ellos. Normalmente nosotros intentamos que no sea más de una hora. Ya que después ya no quieren hacerse más fotos y como solemos decir, se les cae la sonrisa. Y eso no nos puede pasar.

Así que si esto os ha gustado, no lo dejéis pasar, ya que es un recuerdo para toda la vida. Y por desgracia, los hijos crecen demasiado rápido.

¿Os animáis?

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